Las mejores películas de George Reeves en Filmin
Hoy te presentamos las mejores películas de George Reeves. Si eres un gran cinéfilo, de bien seguro que conocerás la mayoría de ellas, pero esperamos decubrirte alguna película que aún no hayas visto... ¡y que te encante! Vamos allá con las mejores películas de George Reeves.
De aquí a la eternidad
7,6/10
Al soldado Prewitt están a punto de concederle un traslado con el que abandonará Pearl Harbour. Pero el nuevo capitán Holmes le retiene con el pretexto de que es un gran boxeador. Los romances y los abusos están al orden del día en una base despreocupada por la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el ataque japonés al enclave es inminente.
Encubridora
6,8/10
Vern Haskell recorre todo el Oeste en busca del hombre que violó y mató a su prometida. Alguien le dice que quizá lo encuentre en Chuck-a-Luck, un rancho que sirve de escondite a toda clase de criminales y cuya propietaria es la cantante Altar Keane. Para entrar en el rancho sin despertar sospechas, se hace pasar por un forajido. El problema es que en ese lugar hay una norma inviolable: está prohibido hacer preguntas.
Gardenia azul
6,9/10
Una telefonista (Anne Baxter) se emborracha y se levanta a la mañana siguiente acusada de haber asesinado a un hombre. Un periodista (Richard Conte) que está enamorado de ella intentará descubrir al verdadero asesino.
Sangre y arena
6,8/10
Después de muchas dificultades, Juan Gallardo (Tyrone Power) se convierte en la primera figura del toreo. A continuación se casa con Carmen (Darnell), su novia de toda la vida. Pero, cuando todo parecía ir bien, Juan conoce a Sol (Hayworth), una joven, bella y frivola aristócrata con la que mantiene una apasionada relación. A partir de entonces comenzará su declive
La pelirroja
7,2/10
Biff Grimes está desesperadamente enamorada de Virginia, pero su mejor amigo, Hugo, se casa con ella y manipula a Biff para que participe en sus negocios, un tanto nefastos. Hugo parece haber robado los sueños de Biff y Biff tiene que lidiar con la idea de que tener lo que quiere y querer lo que otro tiene pueden ser cosas muy diferentes.
